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Entrevista a Gregorio Tébar, “El Inclusero”

“Gregorio Tébar “El Inclusero” es un torero veterano con más de cuarenta y dos años de alternativa. El hombre es directo, cordial, culto y sincero. El torero, como el hombre, es además largo y de cante grande. No creo que haya más de diez toreros en la historia que tengan en sus esportones la proeza de haber sido capaces de abrir las puertas grandes de Las Ventas y de la Monumental de Méjico cuando se presentaron en estas plazas. Uno de ellos es Gregorio Tébar “El Inclusero”, a quien saludo. Un matador de toros que siempre lleva el añejo sabor clásico en su forma de interpretar el toreo”.
Con esta afirmación finaliza la extensa reseña que El Cossío hace de ti y yo no puedo más que compartirla. Desde hace tiempo deseaba hacerte esta entrevista y te agradezco que nos cuentes algunas cosas que, sin duda, serán del interés de nuestros lectores.

¿Cómo prefieres que te llamen: Torero o matador de toros?
Torero. Nunca fui ni buen ni regular matador.

Tu padrino fue Antonio Ordóñez. ¿Qué te dijo en el momento de darte la alternativa?
Suerte en los despachos, que en la plaza, tú solo te vales.

Naciste en Albacete, viviste en Alicante y te consagraste en Madrid, tu plaza, desde el mismo día en que te presentaste como novillero con un sonado triunfo y salida por la puerta grande de Las Ventas. ¿Madrid te da o te quita?
Nunca toreé en Albacete. Soy un alicantino hecho persona en Madrid. Madrid y su afición son grandes. Nunca piden el DNI. Sólo tú forma de sentir y hacer. Madrid te da color y calor.

¿Has pensado en retirarte o en cortarte la coleta?
De momento, solo me despedí de mi gente de Alicante ante una bueyada de Cebada Gago. Jugué fuerte y perdí, era lógico. Ya veremos dentro de unos años.

En Villena has toreado en varias ocasiones, ¿qué recuerdo guardas de nuestra plaza?
La recuerdo como una plaza de toros con suma solera.

Si un editor te encargase redactar tu propia tauromaquia, ¿cómo te definirías?
Verdad sin paso atrás. Transmisión en el quehacer, algo que lógicamente no se vende en ninguna sede taurina.

¿Te interesa la política?
Si, algo más que la media. Salvo las lógicas excepciones, la corrupción es la bandera de casi todos los profesionales de la misma. Mi deseo es que hubiese menos políticos y más y mejores gestores.

¿Cómo ves el actual panorama con que se presenta el planeta de los toros?
Muy mal para la mayoría. Positivo para las diez figuras de turno. Culpables de ello son muchos de los Ayuntamientos, los mayores causantes por querer ver en sus ciudades a las figuras de turno, que en su gran mayoría no son verdaderos toreros. Los ayuntamientos sólo desean profesionales del grupo A “a nivel laboral”, pero eso no es algo que tenga que ver con su valía como toreros.

A lo largo de tu extensa carrera has sufrido duras cornadas por esos ruedos del mundo. ¿Qué tal se te han dado los despachos?
Cornadas de los toros veintitrés. Duelen, son de alguna manera la forma que tienen los toros de descubrir a los toreros que no mentimos nunca delante de él. Las de los despachos son la ponzoña y zafiedad de muchos de los individuos que dirigen el asunto taurino.

¿Con qué color te gusta vestirte de luces?
Siempre tengo en mi mente un terno grana y oro.

¿Qué novela recuerdas como inolvidable?
Siempre García Lorca y El retrato de Dorian Grey.

Según tu criterio, ¿cuál es el cartel que nunca debería faltar en las ferias?
Gregorio Tébar, Carlos Escolar Frascuelo y Sánchez Puerto.

Cuéntanos que tienes a la vista. ¿Podremos verte torear por aquí cerca?
Torear todos los festejos que me contraten, como este mismo año que pronto terminará. El año próximo en Villena. La palabra la tienen los responsables de fiestas, si quieren toreros, claro está.

Cuando los aficionados leen tu nombre en lo alto de un cartel saben que esa corrida va en serio. Muchas gracias, Gregorio, por tu atención y cordialidad. Que Dios reparta suerte.

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